jueves, 28 de noviembre de 2013

Luis Novelli y la casa-barco "Roma" de Pehuen-Co





- un inmigrante (Luis Novelli) construye una casa-barco
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            - La casa-barco representa el barco en el que LN llego a la Argentina
            - El nombre de la casa barco es el nombre del barco en que vino a la Argentina.
            - La casa barco es el "monumento" que Novelli erigió como recuerdo de su viaje.

El relato que circula por esos días respecto de la casa dice que este inmigrante partió de La Spezia, a los 19 años rumbo a la Argentina en 1943, "a bordo del vapor de pasajeros "Roma", embarcación que se convertiría en el último lazo con su patria y que se propuso reproducir con ladrillos y cemento.. La idea original tuvo como fin hacer perenne el momento del viaje, que cambió su vida para siempre."


Y sin embargo...

- En 1943, en plena guerra, no llegaban inmgrantes a la Argentina (y menos que menos un muchacho de 19 años).
- Al consultar en la base de datos de los arribos de inmigrantes del CEMLA a la Argentina entre 1947 y 1957 se puede observar que en ese lapso no hubo ningún barco de pasajeros "Roma" que haya transportado inmigrantes a la Argentina.
- Busco precisamente Luigi (o Luis) Novelli y encuentro que llegó a la Argentina a los 26 años en la nave  Paolo Toscanelli el 20 de noviembre de 1948 (o sea que en 1943, efectivamente, Novelli tenía 19 o 20 años) que había partido de Génova.

- Googleo "buque Roma" y me encuentro que se trata de un acorazado de guerra botado en 1942, que partio del puerto de La Spezia (puerto militar) el 9 de septiembre de 1943 (un día despues del armisticio) y que fue hundido por los alemanes en alta mar al día siguiente. De los más de mil tripulantes, sobrevivieron unos 600 que fueron rescatados de las aguas y conducidos a España (ya que Italia estaba acababa de ser ocupada por los alemanes). Los restos del "Roma" fueron localizados cerca de Cerdeña hace un par de años.

¿Y si Luis Novelli fue uno de esos seiscientos sobrevivientes del "Roma"? ¿Y si el monumento no es en memoria de la nave que lo trajo a la Argentina sino de esa magnifica nave, orgullo de la armada italiana, de la que él parece haber sido tripulante? (de hecho su familia registra ESA FECHA, ESE PUERTO, ESA EDAD en el relato). ¿Y si el momento más importante de la vida Novelli no fue su llegada a la Argentina sino haber sobrevivido al hundimiento del "Roma"? ¿Y si la casa-barco es el monumento a esa odisea? Es una posibilidad.

Pero no, no es la que corresponde a la historia de la persona que nos interesa.

En 1953 en la revista Panorama aparece una entrevista a Luigi Novelli, donde dice que llegó a la Argentina en 1921:


Siempre según la base de datos del Cemla, un Luigi Novelli, nacido en La Spezia llegó a la Argentina el 6-9-1928, en el buque Conteverde, industrial, casado. Hay otro también que llego en 1922. (ciudad de origen desconocida, ambos nacidos en 1900). Pero, por supuesto, tambien puede darse que el Luigi Novelli cuya pista estamos tratando de encontrar, no figure en el registro del CEMLA.

Seguiremos buscando....



Novelli falleció en 1964.



lunes, 21 de octubre de 2013

Ma, come siamo arrivati qui? Inmigrantes de la segunda posguerra en Bahía Blanca (1947-1947)




El próximo viernes 1º de noviembre a las 20 hs., Ferrowhite (museo taller)
y el Hospital Italiano Regional del Sur presentan en el auditorio de la
Asociación Dante Alighieri (Rondeau 23), la charla "*Ma, come siamo
arrivati qui? Inmigrantes italianos de la segunda posguerra en Bahía Blanca
(1947-1957)*", a cargo de la Licenciada en Historia Ana Miravalles, con la
participación del dúo musical "Los Nonos de Atilio".

A menudo se alude el movimiento migratorio que colaboró a dar forma a la
Argentina moderna con metáforas marinas. Hablamos de "corrientes
inmigratorias". Y de una primera, de una segunda, de una tercera "oleada
inmigratoria". Como si el océano hubiese transfigurado al contingente
humano que se lanzó a atravesarlo, disolviendo las identidades en una masa
homogénea, en un auténtico "mar de gente".

Por el contrario, cuando se pregunta a tal o cual inmigrante por la
inmigración, ese proceso vasto e informe suele estrechar su horizonte al
círculo íntimo de amigos y parientes, en el que las peripecias de la
partida, del viaje y de la llegada son narradas como acontecimientos
únicos, tanto por su singularidad como, en contrapartida, por su carácter
ejemplar, es decir, como si no hubiera otros que pasaron por circunstancias
similares o como si la propia experiencia bastase para dar cuenta de la de
todo el resto.

En "Ma, come siamo arrivati qui?" Ana Miravalles se concentra en la
inmigración italiana arribada a Bahía Blanca durante la segunda posguerra,
para proponer una mirada sobre este fenómeno hecha de itinerarios que van,
casi nunca de manera lineal, de las vivencias particulares a las
condiciones de época que enmarcan cada experiencia, y viceversa.

¿A todos los italianos que llegaron después de 1950 "los trajo Perón"?
¿Eran todos mano de obra especializada, "ingenieri"? ¿Aquellos "gringos"
estaban, como se suele escuchar, "muertos de hambre"? Echar una mirada a la
sociedad bahiense de aquellos años tal vez sea útil para comprender que,
lejos del simple "trasvase", el proceso inmigratorio careció de inmigrantes
típicos. En su lugar prolifera, llena de contradicciones y matices, la
compleja historia que nos trajo hasta acá.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Odette Banco


Italianos en Bahía Blanca - Odette Banco from Ana Miravalles on Vimeo.

Odette me cuenta su vida y la de su familia, y yo, como si tuviera cinco años, me sumerjo en ese mundo que no es solo el mundo singular de esa familia, de esas personas sino que es aquel país, aquella guerra, aquellos años, y ese grupo de inmigrantes contratados por Perón en 1947, y esta ciudad en esos años: hoy por ejemplo estuve en Pola, y empezó la guerra, y cayeron bombas, y corría con una nena de cinco o seis años y su abuela a esconderme en un refugio; y despues sentí como se llegaron a oir por toda Pola los gritos de esa nena cuando arrancaba el barco en que se la llevaban a Italia (junto con otros tantos niños y ancianos), mientras sus padres quedaban en tierra, todavía, hasta el proximo barco. Y volví a Pola varias veces en tren desde Génova a buscar -en secreto, no era algo que pudiera hacerse facilmente- un baúl lleno de aceite de oliva y de panes que después sirvió cuando hubo que convencer a quien autorizaba a los emigrantes a partir para que los ancianos abuelos pudieran venir tambien ellos en el barco a la Argentina; y llegué con la nena al Hotel de Inmigrantes; y dí, al día siguiente, una vuelta en colectivo recorriendo todo Buenos Aires, y llegamos a la Base Naval en Puerto Belgrano; y escuché a la madre pedir pintura para pintar toda la casa que les dieron, y llegar el camión cargado de carne, leche y pan hasta que cobraron su primer sueldo; y los valses a la noche mientras los padres de la nena bailaban, y se besaban y se amaban; vi como levantaron su casa sábados y domingos en el barrio chino, acá en Bahía, y la acompañé luego al velorio de su padre muerto poco tiempo después en un accidente un primero de mayo mientras todos se iban a su pic nic, y a su madre a comprar las máquinas industriales para tejer pulóveres; saludé a sus maestras que trataban de calmar su inexplicable angustia en la escuela cuando al mediodía sonaba la sirena de alguna fábrica cercana; y también cuando -dado que eran mujeres solas, ella, su madre y su abuela-, empezó a trabajar en la oficina de una enorme fábrica y como instrumentista en el hospital; y un montón de cosas más que ya no hacen al tema que estoy investigando; y ahí llegadas a ese a ese punto emerjo, y con ella, hace un rato en la cocina de su casa comí un trozo de esta torta magnifica cubierta de crema con dulce de leche repostero, y rellena con crema y duraznos, con té sin azúcar.




La receta de "la torta della famiglia"

2 tazas de té de harina leudante
2 tazas de azúcar (escasas)
2 cucharadas de maicena
6 huevos
1/2 cucharadita de polvo Royal
esencia de vainilla
1 taza de agua hirivendo

Batir las yemas de los huevos con una taza de azúcar, agregar el agua hirviendo batiendo lentamente.
Batir las claras a punto de nieve con la otra taza de azucar.
Cuando se enfría, agregar el harina, la maicena, el polvo royal y la esencia de vainilla.
Agregar lentamente las claras batidas a nieve.
Colocar en un molde grande enmantecado y enharinado.

El secreto es hornear MUY LENTAMENTE a una temperatura, de ser posible, menor que la del mínimo. Una hora, hora y media hasta que se dora ligeramente. Después se rellena con crema, dulce, duraznos, ananá...
La que comí yo ayer estaba recubierta de crema y dulce de leche repostero.





martes, 17 de septiembre de 2013

Nicola Martella


Nicola Martella from Ana Miravalles on Vimeo.


NICOLA ROCCO MARTELLA
16-8-1942 Peschici (Puglia)

Mi padre vino en 1950, vino dos años antes que nosotros, y luego hizo toda la documentación y la papelería para llamar a la familia. Se que los últimos tiempos antes que nosotros llegáramos estuvo en la Panedile los que hicieron el canal Maldonado. Grazia De Nittis y Vicente Martella

Fui a la escuela 47 en el barrio San Martin, estaba de casa 4 o 5 cuadras, fue una experiencia bastante nefasta, porque  no entendía nada, diez años, me parece que me pusieron en primero superior, me tenía que aguantar todo el día “gringo, gringo”, y bueno alguna vez terminaba peleando con algunos chicos. De Italia tenía una cortaplumas asi, como cortauñas, como me tenían tan podidrido de pelearme, me cansé y la llevé a la escuela. e acuerdo era celeste, linda, no la vi nunca más, por supuesto, la secuestraron. No, otros chicos italianos no iban.


Después (de trabajar desde los doce por unos cuantos años) tuve intenciones de seguir estudiando,  fui a la Escuela Fábrica, iba de noche, de día trabajaba. Estudié para técnico mecánico: matematica, educación democrática, geometría, todo lo que había en ese momento no terminé, porque ya en esos años ya me reintegre otra vez al taller.

Nicola canta Quel mazzolin di fiori y luego cuenta:

Los italianos hacían alarde de ser ingenieros porque acá trataban a lo mejor con gente sin preparación y entonces el tipo si sabía algo o podía demostrarlo decía que había estudiado en Italia y que se había recibido de ingeniero. Enotnces les hicieron la fama a los italianos que habían venido, todos eran "ingegniere".

¿Cuál era el café al que iban?
Al número Uno. Se llamó en algun momento Sorocabana café. Estaba el Boston que había 30, 40 billares y ahí se juntaban los italianos. Mi padre, él iba muy pocas veces porque él no era del mismo tipo de trabajo la gente que iba ahi que lo que hacía mi viejo.Mi viejo correspondía a la gente trabajadora que trabajaba diez, doce horas por día y despues iba a su casa y se relajaba.



Creo que Bahía Blanca es uno de los lugares donde más se puede haber hecho diferencia con los extranjeros, porque una sociedad medio cerrada, donde para entrar hay que hacer mérito y caerle bien, porque hoy en día ha cambiado quizás, mucho, pero en ese sentido Bahía Blanca es medio especial, ¿o no?

viernes, 6 de septiembre de 2013

Enzo Redolfi




Enzo Redolfi tiene 92 años. Llegó en el barco Santa Fe, el 19-6-1947. Trabajó en casa Iuale, en el ferrocarril en Talleres Bahia Blanca Noroeste, en Metalúrgica Bahía Blanca, y en Furía Hnos, hasta su jubilación, en 1980.
Es un reconocido escultor, y actualmente integra el coro de la Tercera Edad de Bahía Blanca.

Estos son algunos pasajes de la entrevista:

Mi nombre es Enzo Redolfi, nací en Italia, Malnate, el pueblo, provincia de Varese, cerca de Suiza el 8-9-1921.
(.....)


Fui a la escuela primaria, y antes de ir al servicio estudie en la escuela de arte, en Varese, Leonardo da Vinci, por eso me gustó tanto después la escultura. Dibujo, proyecciones con objetos, con personajes,  el profesor dirigía el aula, le hacia dibujar, enseñaba, corregía los errores, se sentía la propaganda fascista, estaba. 





Había formado en la niñez, a partir de los 5 años, Balilla, con el gorrito y el "ciufitto" que le colgaba el pompón, daba risa, cuando caminaba parecía una campanita. Después estaban los "avanguardistas". Nos reuníamos los jóvenes, hacíamos caminatas, de paseo, todas esas cosas, pero siempre con el fascismo adelante, después vino el fascismo completo




El servicio a mí me tocó en el año 39, justo cunando empezó la guerra. Hice cinco años de guerra, inclusive dos años de prisionero.

(...) 

Cuando volví de la guerra tenía 25 años, porque me acuerdo que después cuando hice los trámites para venir a la América tenía 26 años.



Y  ahí digo: con todo lo que pasé en Italia, yo acá no me quedo más, con toda la situación triste y desolada que estaba Italia, con la miseria que estaba pasando, empecé a hacer los trámites ahí en Varese, para venir a encontrar a mi padre.
Había un señor,  era fascista, pero una persona bastante decente, ese muchacho estaba conectado con la compañía de emigración, entonces yo le daba, le pagaba para poder que él hiciera los trámites para que yo pudiera embarcarme.
Mi padre hizo el "acto de llamada" pero eso no funcionó, porque vine por mi cuenta. Le pagaba a este muchacho que era un colaborador de esta compañía emigratoria, yo le pagaba para que él hiciera los trámites. Entonces mi padre me consiguió un contrato, yo iba a trabajar a una compañía que arreglaba elásticos, Danussi, consiguió ese contrato de trabajo para mí. Es un trámite nada mas, para sincronizar la salida de allá con la parte migratoria, era nada mas que una ligazón.
Lo que hizo Danussi es solamente el tramite de trabajo, cuando llegué supe que yo estaba destinado por la emigración a los talleres navales de Punta Indio, estaban los submarinos, yo era marino.




Fuimos a Génova, una cosa así, a la fugitiva, hecha a la fugitiva, rápidamente, y despacharon pronto y chau.

El Santa Fe, el primer barco, llegamos al Hotel de Inmigrantes. Llegamos nos alojaron en el hotel de inmigrantes, no tenía ni un centavo, yo le deje toda la plata a mi madre, todo lo que me dieron durante la prigionia, toma esto te lo dejo a vos, ni un centavo, tanto es así, había gente que venia, italianos, al hotel, tenían un espacio abierto, vivíamos adentro, ahí caminábamos, estaba alambrado y la gente venía al alambrado a conversar, y encontré justo un italiano y le digo: "mira, tengo a mi padre en Bahía Blanca, no tengo ni un centavo para mandar un telegrama", hablábamos en  italiano, porque yo no entendía nada, y el hombre, qué fiel que fue, agarró e hizo el telegrama a mi padre, directamente, y justo mi padre esa noche, eran ya las 8 de la noche, el telegrama lo recibió Luisa, la compañera de mi padre, ella agarró la valija el perramus; "mirá lo que mando tu hijo, esta en buenos aires en el hotel de inmigrantes";  tomó el primer tren que salía,  y se vino a Buenos Aires, que delicadeza toda esa parte, porque una cosa es decirlo, esta señora, que fue una compañera buenísima, de mi padre.

Al día siguiente mi padre llegó, fuimos a la dirección del hotel, que dirigía todo eso, entonces le dijeron ¿quiere llevárselo?

 Gracias que yo tenía acá a mi padre que me respaldaba.  Vine con mi padre, estuve tres años con él.

Me contó extensamente sobre su trabajo en el ferrocarril y en la empresa metalúrgica, me mostró parte de su obra, y finalmente, también cantó:




Enzo Redolfi from Ana Miravalles on Vimeo.
Edición de video: Nicolás Testoni



También cantó esta, que es del año 1942
:Scrivimi (canzone tango)
musica de G.Raimondo
Versos de E. Frati
carátula impresa en 28 de abril de 1942
I.
Quando tu sei partita
mi hai donato una rosa
oggi é triste e sfiorita
come questo mío cuor.
L'ho bagnata di pianto
per ridarle la vita
ma il tuo amore soltanto
la puó far rifiorir.
II.
Tu non scrivi e non torni
ti sei fatta di gelo
cosí passano i giorni
senza amore per me.
Mentre folle ti chiamo
forse un altro ti bacía
ed io solo che t'amo
devo pianger per te.
FINALE

• • • • • •
É tua madre che mi scrive
che tu sposi un gran signor.
Questo gélido addio
é un insulto all'amor mio
SCRIVIMI
se felice sei tu.

RITORNELLO

SCRIVIMI,
non tenermi piu in pena
una frase un rigo appena
calmeranno il mio dolor.
Sara forse l'addio
che vuoi dare al cuore mío
SCRIVIMI
non lasciarmi cosi.