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viernes, 6 de enero de 2017

Mujeres en Ravascletto

Adriana Blasoni: de cómo lo pasaban las mujeres en Ravascletto a principios de siglo XX from Ana Miravalles on Vimeo.

Ravascletto, en Carnia, Friuli, a principios de siglo XX
esto es lo que Adriana recuerda que le contó su madre, Egle de Crignis, sobre la situación de las mujeres en su pueblo natal:

El  paraíso de las vacas, el purgatorio de los hombres y el infierno de las mujeres, te aseguro que no era nada exagerado, porque era pobrísimo, los hombres entonces emigraban, emigraban a Alemania, a Francia, llevandose los baúles por las montañas, porque no se podían pagar el viaje. Los hombre emigraban y las mujeres se encargaban del trabajo en el campo, que eran chiquitísimos los campos, no ´podían usar ninguna máquina ni pueden ahora, en esos campos tan chiquitos, tenian que ocuparse de los hijos, ir al campo, a veces les quedaba como a dos horas de camino por la montaña, después volvían y para no perder tiempo, iban tejiendo por el camino. Pero despues cuando volvian los hombres era peor, porque la única diversión que había era el bar, y los hombres se emborrachaban, por eso lo llamaban el infierno de las mujeres.



La abuela de Adriana Blasoni en Ravascletto from Ana Miravalles on Vimeo.

 Mi mamá lo adoraba al pueblo, y como en todos los pueblos había de todo, porque mi abuela materna, ella se ocupaba mucho de la parte social, por ejemplo juntaba a las mujeres para enseñarles a hacer el ajuar, era la maestra del pueblo, y cuando vinieron los austríacos que invadieron el pueblo, ella con una bandera italiana se paseó por todo el pueblo.

 

martes, 3 de enero de 2017

Egle de Crignis - Ereditá


Hace muchos años, Adriana Blasoni me regaló este libro, uno de los que trajo su madre, Egle de Crignis, cuando llegó a Bahía Blanca en 1929.


Y hace unos días, cuando estuve conversando con ella, le pedí que me cuente sobre Egle:

Y mi mamá, mirá en esa época, una mujer en Ravascletto, un pueblo de mil habitantes, que la mandan a Florencia a estudiar a la universidad, ¿sería el año 1910? 1920?









 

Mi mamá sabía muchísimo de literatura, de filosofía, creo que el título era de filosofía, enseño alla ... mi mamá trabajaba, mi papá no tenia trabajo. Y en esa época que la mujer trabaje, que el hombre no trabaje, debía estar mal visto. Así que ella dejó su trabajo allá, y acá ¿qué trabajo iba a encontar...?
 

Frecuentaba el gran ambiente intelectual alla en Italia, por eso para ella venir a Bahía Blanca debió ser… además que no, coinicidió todo, la época de la guerra, los italianos no eran bien vistos, poco contacto social, hubiera podido enseñar italiano en el Colegio Nacional, pero no se le ocurrió a nadie...

Extrañaba la montaña, le faltaba su pueblo, y le faltaba la cultura, Bahía Blanca era lo más chato…. Bahía Blanca se levantó con la universidad*, porque antes era una chatura...


Egle nació en 1891, en Ravascletto, en la zona de Carnia, Udine, estudió filosofía y letras en la Universidad de Firenze, se casó con el ingeniero Francisco Blasoni, tuvo dos hijas, Adriana y Giuliana con quienes llegó a la Argentina el 14 de mayo de 1929, dos años despues de su marido. Falleció en Bahía Blanca, en 1941, como consecuencia de un coma diabético, a los 50 años de edad.


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* Los primeros cursos de humanidades en la Universidad Nacional del Sur comenzaron a dictarse en 1957.

viernes, 27 de julio de 2012

Adriana Blasoni





Me llamo Adriana porque nací en un lugar cerca del mar Adriático, en el Friuli,  el 18 de enero de 1926. Llegué a la Argentina a los 4 años, en el barco Giulio Cesare, en 1930. En esa época era un nombre raro, después empezó a haber Adrianas por todos lados...

Canciones de montaña en Bahía Blanca


Adriana from Ana Miravalles on Vimeo.
edición de video: Nicolas Testoni

Ahi estaba el hospital de los Blandengues, por eso la calle Blandengues se llama así, eso nadie lo sabe. Por eso la casa era incómoda porque era... la habían transformado en casa pero tenía todas las piezas  una detrás de otra, entonces para pasar por una tenías que pasar por todas. Bueno, despues había un lugar común pero era incómoda, sí, ahí vivimos treinta años, por qué? porque mi mamá que venía de las montañas, extrañaba un lugar de bosques, imaginate lo que era Bahía en esa época, tenía árboles, muchos árboles en el patio, eso...

...
Qué se yo, tantas, para decirte las más conocidas: Sul ponte di Bassano, Stelutis alpinis, la Valsugana, para colmo mi papá había conseguido un libro, entonces las tocábamos con el piano, y las cantábamos...

A ver te canto la canción típica del pueblo de mi mamá:
En la zona de la Carnia, en la Valcalda, el pueblo, Ravascletto

Quan ch'o lavi su pa Valcjalda, joi
Cu la strezza par davour
mi clamavin "Valda, Valda, joi"
speranzona dal gno cour
joi, joi, tran, la la lin, la le le
joi, joi, tran, la la lin, la le le (1)

...
Ahhh... el que me encantaba era el himno de los esquiadores. Lo malo es que como eran canciones, aunque fueran buenas, como eran canciones del fascismo, como esta de los esquiadores, nada que ver con el fascismo como canción, entonces las radiaron
No me acuerdo la letra

Sui lucenti e tersi campi
Del nevaio sconfinato,
Sorridenti al nostro fato
Noi corriam senza timor...
Conosciamo ogni periglio
Dell'altezze conquistate
E fra nembi e nevicate
Raddoppiamo il nostro ardor.
Per chine rapide, vertiginose
Cantando scivola lo sciator...
Dei pini il fremito
L'azzurro del cielo
A noi riempie di gioia il cor (2)

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Adriana en el castillo de la usina

Papá era ingeniero, había venido solo dos años antes, en 1928, y había conseguido trabajo en una compañía suiza, la Italo-Argentina de electricidad primero en Buenos Aires. Después lo trasladaron a Bahía porque justo se estaba por inaugurar la nueva usina.

El padre de Adriana era el ingeniero Fracesco Blasoni. Adriana recuerda que de chica iba con su padre y su hermana a la usina Gral. San Martín, el castillo que está en Ingeniero White:

El jefe de máquinas era el famoso espía, que yo lo conocí pero no conocí a la familia, que vivían ahí en esa casa tan linda, y era un muy buen jefe de máquinas. La sala principal de máquinas parecía un salón de baile porque las baldosas eran de cerámica, que era una novedad, no había baldosas de cerámica todavía en la Argentina, no sé, o no eran comunes, y la cerámica tiene la particularidad de que no absorbe la grasa, como las máquinas esas ensuciaban... pero vos ibas ahi y era un espejo. Podía entrar ahí, con mi papá... las veces que habremos ido ahí, él nos dejaba jugar donde está el San Jorge, en el corredor, de acá para allá, en el balcón, que ahora está feo, porque está como tapado. Corríamos...

La madre de Adriana, Egle De Crignis

La madre de Adriana se llamaba Egle De Crignis, era friulana como su marido, pero de la zona de Carnia:

Mi papá hablaba los dos dialectos, pero como mi mamá no hablaba exactamente el friulano....
Sí, mi mamá lo hablaba el friulano, pero no lo hablaba con desenvoltura, entonces entre ellos hablan en italiano.

Egle había estudiado Filosofía y Letras en la Universitá di Firenze, y trajo consigo buena parte de sus libros.
Sin embargo, murió muy joven, cuando Adriana tenía 15 años.

Adriana, maestra de escuela pública

Adriana fue al colegio María Auxiliadora, se recibio de maestra, y trabajó hasta su jubilación, en 1971, como maestra en la escuela que funcionaba en el Hospital Penna. Esa escuela había sido fundada por Avanza, y la llevaron adelante, durante muchos años, la directora, que se llamaba Lila Canessa, Adriana y otra maestra de apellido Verdichevsky. Trabajan con enfermos, con chicos tuberculosos que no podían ir a la escuela, que estaban durante mucho tiempo postrados. Para ellos la maestra y sus clases eran lo más emocionante de sus días, por eso se aferraban a ella, te adoraban.

Adriana, insegnante d'italiano



Adriana es LA PROFESORA de italiano en Bahía Blanca. Nadie dio clase durante tantos años: entre 1957 y1992, todos quienes hemos estudiado italiano, muchos de los que ahora enseñamos italiano en Bahía Blanca hemos estudiado con ella, hemos leído a San Francesco d'Assisi, Dante y Petrarca, a Boiardo y Ariosto, nos hemos enamorado de la pintura de Fra Angelico, Simone Martini y Giotto, y hemos tratado de descifrar hasta sus últimos detalles la bóveda de la capilla Sixtina, por poner solamente algún ejemplo. Libros con bellisimas ilustraciones, diapositivas, y la propia pasión por lo que enseñaba han sido sus recursos más eficaces; y una dedicación que iba desde entregarnos cada todos los textos que leíamos cuidadosamente mecanografiados y con copia para cada uno (solo a fines de los ochenta se generaliza el uso de las fotocopias) hasta la minuciosa lectura y corrección de cada uno de los trabajos escritos que semanalmente le entregábamos.

Le pregunto por qué la mayor parte de los italianos que vivían acá no les enseñaban su idioma a sus hijos ni los mandaban a estudiarlo. No les enseñaban italiano, dice, por tres razones: primero, porque no se entendían entre ellos, después porque pensaban que si los chicos hablaban en italiano no iban a aprender el castellano, y otra razón era que medio les daba...medio como un... no era racismo pero como que... quedaba mal.

Un alumno mío particular, un nene venía a casa, pero el libro de italiano lo tenía escondido porque si no, los compañeros del colegio se burlaban, porque estudiaba italiano, ¡una cosa tan ridícula!

Adriana estudió en Córdoba el profesorado y el traductorado de italiano, porque se podía hacer libre, y se recibió en 1955. Cuando se enteraron en el consulado, la invitaron a dar clase en la Sociedad  Italiana. Daban clase a adultos, y aunque cobraban poco la sede de la sociedad Italiana en la calle Blandengues, había gente que opinaba que quedaba "lejos".

En 1959 Adriana forma parte de la comision del Instituto de Italiano de Cultura local encargada de confeccionar los programas analíticos de los cursos para poder formar docentes de italiano, con dos ciclos uno de tres años basado en la enseñanza de la lengua y otro de dos años, centrado en el estudio de la literatura y del arte italiano. A partir de 1969, cuando se constituyó la Asociación Dante Alighieri de Bahía Blanca, se establecieron convenios con la Dante de Buenos Aires, y todos los años las profesoras participaban durante una semana de una serie de cursos de perfeccionamiento y de actualización bibliográfica. En 1967 Adriana empezó a dictar clases de italiano también en la ciudad de Punta Alta, en la Sociedad Italiana. Como docente de la Dante Alighieri dio clase en un edificio en calle Chiclana 285, en O'Higgins 449, luego en Mitre e irigoyen, en aulas alquiladas al colegio Liverpool y a partir de 1975, en las aulas cedidas por el Consulado General de Italia en Avda Colón 446. (3) Además Adriana dio durante varios años clase de italiano en Coronel Dorrego.

Adriana promeneuse

Junto a su hermana Giuliana, entre 1993 y 2003 Adriana vivió en Francia, en la localidad de Annecy. También allí dio clases de italiano, en la iglesia de los italianos, en la sacristía, una casa que daba sobre el canal y en la que había mucha humedad. Sin embargo, tal como ella misma contaba en las frecuentes cartas y postales que enviaba, desde que llegó, se integró a varios grupos de "promeneurs", caminantes organizados en grupos que recorren durante una o varias jornadas, siempre a pie, diferentes lugares y en excelente compañía.
Cuando volvió a la Argentina, despues de la muerte de su hermana, pensó en instalarse en alguna localidad cordillerana, con la esperanza de poder seguir practicando sus caminatas de manera organizada. Pero, por lo que contó, aquí grupos de caminantes como aquellos no había. Así que volvió a Bahía, donde vive desde 2005.
Ahora Adriana estudia inglés y francés, hace gimnasia y sale a caminar, naturalmente, todos los días.

Esta entrevista tuvo lugar el 12 de junio de 2012.
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(1) La canción Quan ch'o lavi su se puede escuchar también acá:
http://youtu.be/M8qV_g8oyj0%C2%A0%C2%A0%C2%A0%C2%A0
Transcribí la letra tomándola de esta página:

(2) Este que recuerda Adriana era el himno de los Alpinos Esquiadores, una división del Regimiento de los Alpinos que se formó a principios de 1900,  y que participó en la primera guerra mundial. Reorganizados formalmente a fines de la década del 30 los Alpinos Esquiadores fueron enviados a Albania (y masacrados) y luego a Rusia (de donde volvieron solamente 15). El himno de los Alpinos Esquiadores -compuesto en 1909 por el capitán Corrado Venini - está acá.  Sobre la historia de los soldados alpinos esquiadores, se puede leer acá. Cómo habrán sido usadas por la propaganda fascista las proezas de estos soldados-esquiadores y en particular, cómo habrá sido usada esa canción es algo que no -pro ahora- sabemos, pero sí les puedo asegurar que por más que busqué en youtube, no la pude encontrar!!!

"Sul quarto numero del Sosatino (1924), Ernesta Battisti, la vedova del martire presentado un primo repertorio di cantinazionali, popolari, alpini (o come si anticipava nel sommario Canti sosatini-canti trentini e canti alpini), invitava a rivivere l'identitá virtuales che nel canto si stabilisce per un attimo tra i cantori e gli 'eroi': 'Ecco tra i vostri, l'Inno degli sciatori che cantavano i nostri alpini in guerra. Sia questo il vostro inno centrale. Quando lo canterete vi rispondera in cerchio, la linea del fronte, con tutta la fede, con tutti i palpiti, con tutto il valore e la gloria del popolo italiano!"  ANTONELLI, Quinto, I dimenticati della Grande Guerra, Il Margine, Trento, 2009.

(3) La información sobre las diferentes sedes de la Dante Alighieri fue tomada de: Geremia Crocitto, Difusión de la cultura italiana en Bahía Blanca, 1911-1986, Bahía Blanca, 1986 (copia mecanografiada)