(Entrada publicada en el blog: Trentinos en Bahia Blanca. Estos conceptos valen también para inmigrantes de origen friulano.)
Uno de los capítulos más complejos de la historia de los trentinos es
sin duda el de la Primera Guerra Mundial. Dado que el actual
territorio del Trentino formaba parte del imperio austríaco al momento
de declararse la
guerra, en 1914, los jóvenes de la región fueron reclutados e
incorporados a las filas imperiales
para luchar contra el Imperio Ruso, en la zona de Galizia, y contra el
reino de Italia, después de 1915. Sin embargo, miles de esos soldados de
lengua italiana, al llegar a
la línea de fuego fueron tomados prisioneros o desertaron; y ya en
territorio
ruso, gracias a la acción de una misión militar enviada por el gobierno
italiano, parte de ellos adquirieron la nacionalidad italiana, e incluso
algunos pasaron a formar parte del ejército italiano en el
extremo oriente.
En
los relatos más remanidos acerca de la primera guerra, en las canciones
de
los coros italianos, y en las versiones retrospectivas de la historia
familiar repetidas por nietos y bisnietos argentinos interesados en
obtener la ciudadanía italiana, parecería que la historia de estos
soldados trentinos
no encaja.
Si esos miles de campesinos y pequeños
burgueses enviados de un día para otro al frente de batalla se sentían
austríacos o italianos, si esas
deserciones fueron masivas o no; si la adopción de la nacionalidad
italiana en el campo de concentración en Rusia fue algo realmente
sentido o un expediente desesperado para
poder volver a casa de algún modo; y si la versión posterior de la
historia de esta guerra fue o no amañada por el fascismo, son temas que
parecen estar en el tapete en estos días en el Trentino. Lógicamente, el
planteo actual de estas cuestiones resulta de las circunstancias
políticas precisas de quienes viven allá. Para nosotros, acá en la
Argentina, ni la autonomía,
ni la "nostalgia austricante", ni las intervenciones en la toponimia o
en la erección de monumentos, memoriales, cementerios y museos por parte
del régimen fascista forman parte de
nuestros problemas ni de nuestro imaginario, pero por la forma en que se
cuenta acá la historia de la inmigración (y por otros motivos),
podríamos enfrentar el serio
riesgo de contar estas historias en base a criterios, valoraciones y
juicios
"nacionalistas", "militaristas", e incluso, racistas (marcados por una
cierta retórica fascista -tanto italiana como vernácula- que con el
tiempo llegó a convertirse en sentido común).
Afortunadamente,
que el tema no sea tan candente para nosotros, nos da la posibilidad de
comprender mejor en qué contexto se dieron esos hechos, y de acercarnos
a puntos de vista que ponen en primer plano la radical transformación
de las subjetividades y de las relaciones interpersonales a causa del
carácter extrermo e inusitado de las experiencias vividas, del dolor y
fundamentalmente de la degradación de la dignidad de los seres humanos a
los que llevó la guerra, cualquiera haya sido la bandera, nacionalidad
o posición de quienes la padecieron. Y finalmente constituye un
estímulo para pensar en las vivencias de la primera guerra de algunos
inmigrantes trentinos radicados en Bahía Banca: a la experiencia de la
guerra ellos suman la de la emigración que (salvando las distancias) es
también una experiencia traumática de pérdida, tanto de la propia lengua
como de las costumbres, lazos familiares, paisajes y tradiciones. Casi
no podiemos saber cómo reelaboraron ellos la historia de su
participacion en la guerra porque ya no queda ninguno vivo (y mucho
menos podemos nosotros emitir algún tipo de juicio respecto de sus
decisiones o posiciones personales); solo de un modo indirecto, a través
de los documentos y fotografías que ellos mismos decidieron conservar
(o no), podemos entrever algunos pocos datos; y de un modo más oblicuo
aún -pero no por eso menos fascinante- podemos tratar de comprender
tantas actitudes, reacciones y formas de afrontar la vida en estas
tierras con las que se manejaron hasta su muerte.
Desde
esa distancia, y a conciencia de la dificultad que impone el tema y del
caracter absolutamente fragmentario de estas historias, es que nos
disponemos a echar un vistazo a esta página del pasado de nuestros
inmigrantes.
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Fragmentos de entrevistas a inmigrantes italianos residentes en Bahía Blanca.
domingo, 16 de marzo de 2014
viernes, 3 de enero de 2014
Unde venis?
Mirando los datos de los libros de registro de personal tanto del
ferrocarril Sud como del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico encuentro
los nombres de muchísimos trabajadores provenientes de lo que hasta 1918
era el imperio austríaco (provenientes en particular de la zona de
Croacia).
Generalmente los estudios sobre inmigración toman como punto de partida identidades "nacionales": por caso, inmigración croata; o se incluyen en la así llamada "inmigración italiana" a los inmigrantes de lengua italiana provenientes de regiones que entre fines de siglo XIX y primera década del XX pertenecían al imperio austríaco, como el Trentino o el Friuli oriental.
Sin embargo, desde un punto estrictamente histórico (es decir, dejando de lado la búsqueda de identificación retrospectiva), tal vez sería muy interesante rastrear esa inmigración proveniente del "imperio austríaco" (queda claro, no eran inmigrantes austríacos de Viena, digamos, ni hablaban aleman como lengua madre): inmigrantes provenientes de lo que en aquellos tiempos se llamaba sud Tirol (Levico, Terlago, Condino), de Trieste o de Fiume; o de las zonas de Croacia, Montenegro, Istria Castelmuschio, Bocche di Cataro. Una cosa sería rastrear la cuestión étnica (inmigraciòn "italiana", inmigración "croata" rastreando apellidos italianos o croatas), y otra la cuestión política (por qué emigran subditos del imperio austríaco, provenientes específicamente de esas regiones).
Generalmente los estudios sobre inmigración toman como punto de partida identidades "nacionales": por caso, inmigración croata; o se incluyen en la así llamada "inmigración italiana" a los inmigrantes de lengua italiana provenientes de regiones que entre fines de siglo XIX y primera década del XX pertenecían al imperio austríaco, como el Trentino o el Friuli oriental.
Sin embargo, desde un punto estrictamente histórico (es decir, dejando de lado la búsqueda de identificación retrospectiva), tal vez sería muy interesante rastrear esa inmigración proveniente del "imperio austríaco" (queda claro, no eran inmigrantes austríacos de Viena, digamos, ni hablaban aleman como lengua madre): inmigrantes provenientes de lo que en aquellos tiempos se llamaba sud Tirol (Levico, Terlago, Condino), de Trieste o de Fiume; o de las zonas de Croacia, Montenegro, Istria Castelmuschio, Bocche di Cataro. Una cosa sería rastrear la cuestión étnica (inmigraciòn "italiana", inmigración "croata" rastreando apellidos italianos o croatas), y otra la cuestión política (por qué emigran subditos del imperio austríaco, provenientes específicamente de esas regiones).
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