domingo, 16 de marzo de 2014

Soldados bajo bandera austríaca durante la primera guerra mundial: ¿cómo contar esa historia?

(Entrada publicada en el blog: Trentinos en Bahia Blanca. Estos conceptos valen también para inmigrantes de origen friulano.)

Uno de los capítulos más complejos de la historia de los trentinos es sin duda el de la Primera Guerra Mundial. Dado que el actual territorio del Trentino formaba parte del imperio austríaco al momento de declararse la guerra, en 1914, los jóvenes de la región fueron reclutados e incorporados a las filas imperiales para luchar contra el Imperio Ruso, en la zona de Galizia, y contra el reino de Italia, después de 1915. Sin embargo, miles de esos soldados de lengua italiana, al llegar a la línea de fuego fueron tomados prisioneros o desertaron; y ya en territorio ruso, gracias a la acción de una misión militar enviada por el gobierno italiano, parte de ellos adquirieron la nacionalidad italiana, e incluso algunos pasaron a formar parte del ejército italiano en el extremo oriente.

En los relatos más remanidos acerca de la primera guerra, en las canciones de los coros italianos, y en las versiones retrospectivas de la historia familiar repetidas por nietos y bisnietos argentinos interesados en obtener la ciudadanía italiana, parecería que la historia de estos soldados trentinos no encaja.

Si esos miles de campesinos y pequeños burgueses enviados de un día para otro al frente de batalla se sentían austríacos o italianos, si esas deserciones fueron masivas o no; si la adopción de la nacionalidad italiana en el campo de concentración en Rusia fue algo realmente sentido o un expediente desesperado para poder volver a casa de algún modo; y si la versión posterior de la historia de esta guerra fue o no amañada por el fascismo, son temas que parecen estar en el tapete en estos días en el Trentino. Lógicamente, el planteo actual de estas cuestiones resulta de las circunstancias políticas precisas de quienes viven allá. Para nosotros, acá en la Argentina, ni la autonomía, ni la "nostalgia austricante", ni las intervenciones en la toponimia o en la erección de monumentos, memoriales, cementerios y museos por parte del régimen fascista forman parte de nuestros problemas ni de nuestro imaginario, pero por la forma en que se cuenta acá la historia de la inmigración (y por otros motivos), podríamos enfrentar el serio riesgo de contar estas historias en base a criterios, valoraciones y juicios "nacionalistas", "militaristas", e incluso, racistas (marcados por una cierta retórica fascista -tanto italiana como vernácula- que con el tiempo llegó a convertirse en sentido común).
 
Afortunadamente, que el tema no sea tan candente para nosotros, nos da la posibilidad de comprender mejor en qué contexto se dieron esos hechos, y de acercarnos a puntos de vista que ponen en primer plano la radical transformación de las subjetividades y de las relaciones interpersonales a causa del carácter extrermo e inusitado de las experiencias vividas, del dolor y fundamentalmente de la degradación de la dignidad de los seres humanos a los que llevó la guerra, cualquiera haya sido la bandera, nacionalidad  o posición de quienes la padecieron. Y finalmente constituye un estímulo para pensar en las vivencias de la primera guerra de algunos inmigrantes trentinos radicados en Bahía Banca: a la experiencia de la guerra ellos suman la de la emigración que (salvando las distancias) es también una experiencia traumática de pérdida, tanto de la propia lengua como de las costumbres, lazos familiares, paisajes y tradiciones. Casi no podiemos saber cómo reelaboraron ellos la historia de su participacion en la guerra porque ya no queda ninguno vivo (y mucho menos podemos nosotros emitir algún tipo de juicio respecto de sus decisiones o posiciones personales); solo de un modo indirecto, a través de los documentos y fotografías que ellos mismos decidieron conservar (o no), podemos entrever algunos pocos datos; y de un modo más oblicuo aún -pero no por eso menos fascinante- podemos tratar de comprender tantas actitudes, reacciones y formas de afrontar la vida en estas tierras con las que se manejaron hasta su muerte.

Desde esa distancia, y a conciencia de la dificultad que impone el tema y del caracter absolutamente fragmentario de estas historias, es que nos disponemos a echar un vistazo a esta página del pasado de nuestros inmigrantes.

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viernes, 3 de enero de 2014

Unde venis?

Mirando los datos de los libros de registro de personal tanto del ferrocarril Sud como del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico encuentro los nombres de muchísimos trabajadores provenientes de lo que hasta 1918 era el imperio austríaco (provenientes en particular de la zona de Croacia).
Generalmente los estudios sobre inmigración toman como punto de partida identidades "nacionales": por caso, inmigración croata; o se incluyen en la así llamada "inmigración italiana" a los inmigrantes de lengua italiana provenientes de regiones que entre fines de siglo XIX y primera década del XX pertenecían al imperio austríaco, como el Trentino o el Friuli oriental.
Sin embargo, desde un punto estrictamente histórico (es decir, dejando de lado la búsqueda de identificación retrospectiva), tal vez sería muy interesante rastrear esa inmigración proveniente del "imperio austríaco" (queda claro, no eran inmigrantes austríacos de Viena, digamos, ni hablaban aleman como lengua madre): inmigrantes provenientes de lo que en aquellos tiempos se llamaba sud Tirol (Levico, Terlago, Condino), de Trieste o de Fiume; o de las zonas de  Croacia, Montenegro, Istria Castelmuschio, Bocche di Cataro.  Una cosa sería rastrear la cuestión étnica (inmigraciòn "italiana", inmigración "croata" rastreando apellidos italianos o croatas), y otra la cuestión política (por qué emigran subditos del imperio austríaco, provenientes específicamente de esas regiones).